Bueno, amigas de Aries, la
comparación que más se asemeja a la dinámica de esta relación se me ocurre que
es como si un intrépido aventurero (la mujer Aries) intentara, una y otra vez,
mover un gigantesco iceberg (el hombre Tauro, por supuesto). O sea que, cuanto
más presiones ella, más resistirá él…
En
cambio, si la intrépida y decidida aventurera eligiera halagar el ego de su
amado toro, sonreírle, valorar sus virtudes, abrazarlo…él inmediatamente
aflojará su postura…después de todo esta dicho: se atrapan más moscas con la
miel que con el vinagre. De todas maneras, cabe destacar que la iniciativa
siempre queda a cargo de la chica de Marte (que es su planeta regente).
En
cuanto al manejo del vil metal- y esta no es una novedad- porque es fuente de conflicto en un sinnúmero de parejas…en la
relación tauro-Aries, puede convertirse en un punto álgido: ella tenderá a dilapidar fondos en tanto que a él le gusta
guardar.
A
la chica Aries, además, le gusta la aventura, la independencia y como lógica
consecuencia, la libertad. Él es posesivo y tenderá a ponerse celoso de las
continuas salidas y fiestas de ella…Ahora bien, el asunto puede ponerse más
complicado todavía si tenemos en cuenta que la chica Aries también es celosa.
Pero
si la chica Aries lo trata al toro con calma y dulzura, él compartirá todos los
momentos con ella y la protegerá en todos los trances amargos que a ella le
toque transitar, aunque ella los haya provocado con sus propios errores. Él
siempre se preocupará por el bienestar de ella. Ella debido a su temperamento
alegre y combativo, le dará aire a la relación, evitando los perfiles chatos y
la aburrida rutina, también aportará ideas con planes que el aceptará siempre y
cuando tengan asidero en la realidad y contribuyan a la seguridad material…no
le vayan a proponer, por ejemplo, jugar en la Bolsa de Valores…!!!
El hombre Tauro es amoroso y sentimental y se
manifiesta como tal en el terreno de los afectos. En lo que hace a las
cuestiones de compartir el amor, a ella, la cuestión sexual le significa algo
romántico y espectacular, el sexo es algo emocionante, es alcanzar las estrellas con las manos. En
cambio para él, que ostenta el típico sentido práctico de los signos de tierra, el sexo tiene un sentido
práctico. Le sirve para satisfacer las necesidades eróticas de ambos y para
procrear, perpetuar la especie. El solo quiere realizar cosas que le provean un
beneficio tangible; soñar no es su estilo.
Sin
embargo, si la relación se consolida, ambos se conocerán mejor a medida que
cada uno vaya descubriendo y valorando las virtudes del otro. El verá que ella
no es que sea gastadora, es generosa y ella verá que él no es avaro, es
previsor, cualidad de la que tarde o temprano se beneficiará ella misma (el que
guarda siempre tiene… ¿recuerdan?).
La
mujer Aries tiende a los estallidos emocionales y a veces se comporta de una
manera asombrosamente dramática para la lente del tranquilo y apacible
toro…claro, el amor de él por ella es lo suficientemente firme como para
abandonarla así nomás…pero hay que evitar cansarlo porque el día que decida
pasar la página, no habrá vuelta atrás.
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